sábado, 12 de marzo de 2011

La tartamudez en 3 actos

Escena 1

- ¡Guay! Luana es tartamuda - gritó Nina lanzando una risotada ... Nina es mi sobrina de 9 años ... Yo me reí ... la abracé fuerte ... la llevé aparte y le aclaré que aún no sabíamos si su prima era o no tartamuda ... Vos tratala como si no pasase nada mi amor ... le pedí ... Porque ¿sabés Ninu? el tío Ruben sí es tartamudo ... y la verdad es que no le gustaría que alguién se riese en su cara por ello.
Nina me miró confundida ... Pero Tío ¿Vos ... vos sos tartamudo? ... Pues claro mi amor ... lo soy desde que era más chiquito que vos incluso ... Ocurre que vos no lo notas hermosa ... no te das cuenta.
Nina se quedó seria y pensativa ... Le tiene un poco de celos a su prima Luana.

A veces quizás se confunda los problemas de fluidez con la tartamudez ... porque lo primero - en principio - es todo lo que se oye ... todo lo que se ve superficialmente y a simple vista ... Los problemas de fluidez ... son los que inmediatamente les suenan distinto y gracioso a los demás ... Curiosamente causan desde pena hasta gracia.

Los problemas en la fluidez de algunos niños durante la comunicación ... es TODO lo que aterra y preocupa a sus seres queridos ... Quizás por ello con el correr de los años ... es TODO lo que el compañero tartamudo trata de evitar ... Porque amenaza con abrir de par en par las compuertas de la verguenza ... la culpa y el miedo.

Si observamos con atención ... advertiremos que un niñito con disfluencias ni se entera de todo este mecanismo ... A lo sumo se enoja porque no le sale alguna palabra y luego lo olvida ... En cambio el tartamudo adulto suele creer (y dá cada día más crédito a esta creencia) que las palabras rotas son las que conducen sin escalas - e inevitablemente - a la verguenza ... la culpa y el miedo.

Tengo una buena noticia: ese razonamiento podría ser falso ... A veces pienso que solo contribuye a reforzar la idea de "hacer cualquier cosa" con tal de evitar romper las palabras.

La mayoría de los componentes tortuosos de la tartamudez no se oyen ... ni se ven a simple vista ... El horror a las burlas ... o al rechazo liso y llano del interlocutor ... obviamente producen temor ... Pero es este mismo temor el que mantiene y refuerza el territorio más superficial de la tartamudez cuál si fuese el más importante: las palabras rotas.

Sostener que la tartamudez es solo romper palabras ... sería algo así como decir que un verso de Rubén Darío es una melódica combinación de papel y tinta.

Escena 2

Los papis de Luana decidimos que pase la tarde con su abuela ... Luana está feliz de ir a su casa ... Sus papis aprovechan la tarde para revolcarse en la cama de un hotel.
Cuando comienza a anochecer volvemos a casa de la abuela a cenar todos juntos.
Llegamos:

- ¿Cómo ha estado Luana abuela?-

- Fantástica - y luego la abuela baja el volumen de su voz y nos confiesa - verán que no tartamudeo ni un poquito -.

La familia muchas veces suele ser el primer verdugo del que rompe palabras ... Y a veces sospecho que suele ser uno de los más temibles y carniceros.

Romper palabras no es doloroso en sí mismo ... ni necesita demasiada corrección ... Pero los comentarios solapados al respecto ... las caras raras ... y los malos consejos familiares para hablar sin tanta dificultad ... suelen crear tsunamis en el alma ... que hacen desbordar la culpa ... para que luego la sociedad nos ponga un cartel bien grande en la frente que dice: TARTAMUDO (es decir débil ... nervioso ... que habla mal ... que produce desde risa hasta pena).

Escena 3

Con la mezquina y egoista idea de que Luana pueda continuar quedándose a jugar con su abuela en cualquier momento decido hablar con la abuela y aclararle algunas cosas:

- Si una persona tartamudea o no ... no tiene demasiada importancia abuela - le digo buscándole los ojos - Cuando yo te pregunto como ha estado Luana te pregunto si se ha portado bien ... si comió ... si jugó ... en definitiva si la han pasado bien y se han divertido -.

- Ah sí ... con eso la nena nunca tuvo problemas Ruben -.

- Es que eso abuela ... es TODO lo que importa ... ¿O acaso cuando tu estás conmigo andas continuamente observando si yo tartamudeo o no?

- Bueno sinceramente ... yo cuando te escucho tartamudear pienso: este chico hoy no anda bien -.

Le expliqué que la cosa no funcionaba así ... Y me fui a casa pensando que:

Hay que difundir e informar ... no hay dudas ... Hay que prevenir.

Hay que recomendar "El discurso del Rey".

Pero también ...

HAY QUE ESCUCHAR MENOS Y TARTAMUDEAR MÁS ...

Incluso hay que escuchar menos el discurso del Rey ...

Las palabras rotas valen ... ¡Valen! ... tanto como las demás!!!

3 comentarios:

  1. Estimado Rubén, antes de nada quisiera agradecerte que te abras tanto y seas capaz de hablar de la tartamudez con la
    mano en el corazón (las cosas que salen del corazón es fácil percibirlas, tienen una magia especial), porque sólo alguien que
    tiene el mismo problema que uno conoce todas las aristas y los tortuosos caminos por los que la vida a veces te hace pasar
    por su causa. Estoy absolutamente de acuerdo contigo en que el principal problema de los tartamudos es la autoaceptación.
    Tenemos que dejar de adoptar el papel de víctimas y darnos cuenta de que tenemos capacidad de sobra para afrontar nuestros
    problemas y satisfacer nuestras necesidades. No importa cuánto seamos capaces de trabarnos, ni lo que opine la gente.
    ¡Lo importante es lo que pensamos de nosotros mismos, pues la felicidad radica dentro de uno mismo! Leyendo tu blog he
    conseguido ampliar mi propia perspectiva acerca de la tartamudez. De veras que no hace falta luchar contra ella, sino
    hacerte su amigo. Personas como tú me alientan a seguir peleando y a sentirme orgulloso de ser como soy. ¡Un abrazo amigo!

    ResponderEliminar
  2. Compañero José ... palabras como las suyas son las que me alientan a seguir escribiendo ... Le agradezco mucho su comentario ... Me hace bien saber que hay compañeros como usted!
    Un abrazo del alma!!!

    ResponderEliminar
  3. Hola, uno se siente muy bien al ver estos blogs, yo tan solo tengo 15 años pero soi tartamudo desde hace mucho. Ya va siendo hora de que nos escuchen. Aqui ai mucho de que hablar.

    Saludos.

    ResponderEliminar