miércoles, 25 de noviembre de 2009

¿Disfémico yo?

Pensaba - mientras leía a un compañero que confesó tener disfemia - que cada uno deberá reconocerse como tartamudo solo cuando sienta deseos o necesidad de hacerlo ... A la mierda las obligaciones ... tanto como los disimulos.

Al carajo los sinónimos ... decir "el viernes" no es lo mismo que decir "mañana" ... Decir Marcela no tiene nada que ver con decir "aquella señorita que está allí" ...
Sentir en cada latido que la primavera brota en el corazón y confesar "te aprecio mucho" ... no es ni siquiera parecido a pronunciar ese "te quiero mucho" ... que hasta quizás nos abra alguna puerta ... o una boca en donde esperan aquellos labios amados.

Las palabras que se desean pronunciar - aunque estén rotas - valen mucho más que los tristes sinónimos seudo-fluidos.

Es más penoso y hasta indigno negarse a pronunciar el propio nombre ... que articularlo con dignidad y como salga ... como se pueda ... No está prohibido ni es indigno tartamudear ... ni siquiera lo es al momento de pronunciar nuestro nombre.

El camino del ocultamiento de la tartamudez no lleva a buen puerto ... ya lo sabemos ... Tarde o temprano algo implosiona dentro de nosotros mismos ... algo "se corta" como nuestras palabras ... Y llega el momento en que se terminan los maquillajes ... se descorren los velos ... y el horror de sentirnos desválidos ... desnudos y miserables ante los demás ... se hace sentir ... y duele ... de tan culposo e inevitable.

Aunque les parezca cuento ... duele más evitar que afrontar ... es más doloroso ocultarse que reconocerse ... Y es realmente así aunque al principio parezca todo lo contrario.

Qué alegría esos compañeros tartamudos que se atreven ... se muestran ... se reconocen ... Y levantan las banderas de la dignidad ... del quererse y aceptarse a sí mismos ... Estoy orgulloso de esos compañeros que queriendo o sin querer ... una vez más nos animan a todos los demás ... a seguir aprendiendo a ser tartamudos ... Quiero decirlo una vez más ... TARTAMUDOS ... Y claro que hay que vencer los tabués y las verguenzas propias y ajenas ... para llegar sin temor a reconocerlo ... a decirlo en público ... SOY TARTAMUDO ... y me place poder afirmarlo para sentirme cada vez ... más tarta que mudo.

martes, 20 de octubre de 2009

Romper el silencio

Pensaba si es posible afirmar que no hay peor tartamudez que la de aquel que no se permite tartamudear ... Las conductas evitativas tarde o temprano fracasan ... y aunque parezca paradójico es una buena noticia que así sea ... Sospecho que se sufre más ocultando la tartamudez o buscando la solución mágica ... que aceptándola de una vez por todas ... Quizás de entrada suene raro ... quizás se sienta que es exactamente al revés ... Pero aunque duela ... aunque cueste ... aunque sientas que se te va la vida de tanta verguenza ... es necesario asumir ... sentir ... y hacer saber que tartamudear no es vergonzoso y está totalmente permitido ... En todo caso vergonzoso y cruel es vivir escapando y fingiendo ... sepultándonos en oscuros e intolerables silencios.
Todas estas cuestiones me surgieron al leer este brillante relato ... con el cuál quisiera ahora convidarlos ... Su autor ... no solo es un compañero en este camino de la aceptación ... sino que además cautiva con una narración valiente, espontánea y vital de un momento difícil y doloroso ... Ese que lastima y enfurece cada vez que debemos presentarnos y decir nuestro nombre.
Gracias compañero Rafa por este excelente relato ... y gracias por tu permiso para compartirlo aquí con todos.


Bloqueo

Voy al dentista a llevarle un dinero, es el cuñado de mi hermana …decido ir andando…Tiene en la consulta una enfermera, Mari Angeles, que de sumisa casi no la aguanto. Hay otra chica jovencita, entro hace poco, es la hija de su nueva mujer. Llamo al portero automático ... sale la voz chillona de la chica ... siiiiiiiiiiiii ... silencio ... ¿¿¿Quién esssssssssssss??? chilla de nuevo ... más silencio ... DIGAMEEEEEEEEEEE ... sigue el silencio. Hoy llame a clientes, llevo toda la semana haciendo negociaciones, casi no tartamudeo ... y vuelve el puto silencio. Me quedo en la puerta haciendo como que miro la cartera, sin saber si llamar de nuevo ... decido que alguien salga o entre para entrar sin llamar. Rafa ... ¡!!!! Rafaaaaaaa ¡!!!! ... rafaaaaaaaa ... oigo gritar desde el cielo ... ufffffff ... la enfermera sumisa y la chica chillona están asomadas a la ventana con medio cuerpo fuera, a pique de caerse, con los pechos desparramados por el vacio, gritando mi nombre ... ¿Eras tú ? me gritan como si vendieran verdura ... siiiii era yo, les chillo yo como si quisiera comprarle todo el puesto, - tuve que ir a un sitio y no conteste - les miento como un niño pillado in fraganti. Subo, les digo una serie de tonterías, les doy el dinero, le pido la factura, le digo que me de cita, le doy mi nombre, hablo con el dentista cuñado, le doy la mano y una sonrisa de no saber que hacer. Le doy un beso a la enfermera sumisa y me despido de ella diciéndole algo agradable ... Ignoro a la chica chillona. Salgo de la consulta ...

¡!!! Otra vez ¡!!!!! otra maldita vez. Me como la humillación, me siento imbécil, inferior, sale todo lo malo de mi, me río con una risa mala de mi mismo, me llamo de gilipollas in crescendo, me hago daño ... Empieza la eterna rueda ... después la rabia saldrá en forma de cabreo con el que menos se lo merece, no podré hacer sexo dando amor tendré que follar como si lo hiciera con un ser despreciable que solo debe darme satisfacción. Siento deseo de humillar como si de esa manera pudiera desprenderme de mi propia humillación. Me preparo para comerme el marrón como siempre yo solo.

La bombilla se enciende, todavía no ha empezado el proceso de hacerme realmente daño. Llamo a un amigo ... Jorge sabes que me ha pasado???? ... Le cuento todo ... Me descargo ... me da los mejores consejos, me entiende, sabe de que hablo, no me compadece, me dice como romper la rueda ... ¡!!!!!!!! JODER ¡!!!!!!!! ¿¿¿Por qué no he conocido a un amigo Jorge antes??? ... ¿¿¿Por qué coño he vivido todos estos años sin un amigo Jorge a quien contar tanto daño??? ... ¿¿¿Por qué razón he tenido que comerme tanta mierda yo solo??? ... parece que la rueda se rompe. Alguien que admiro del foro me escribe, me habla de sus cosas ... veo lo mío insignificante. Me acuerdo de Rubén ... de cómo me doblego todo yo ante un silencio ... de esa tartamudez que se me hace vulgar y ordinaria. !!!!! Que le dennnnn al silencio !!!!!!!. Me acuerdo del teatro, de Montse, Josep, Luismi ... del hijo de Montse ... Oriol ... que lo vi en una entrevista ... Gracias Jorge, gracias tío, rompí el silencio hablándolo con el amigo.

Joder que bien ¡!!!!!!!

Rafa (Córdoba - España)

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Ring ... ring ... ring

Yo desde siempre he tenido más o menos inconvenientes a la hora de hablar por teléfono ... al parecer es algo bastante común entre nosotros.

Sospecho que de lo que se trata es de "desensibilizarse".

A veces se dice que los tartamudos tenemos pensamientos negativos ... Esto es una verdad grande como una casa ... incluso todos los seres humanos en mayor o menor medida tienen pensamientos negativos.

Ocurre que a un señor que sufre una leve paranoia ... uno podría tratarlo y explicarle que su persecución es irreal ... No es verdad que todos lo miren raro cuando llega ... es más bien una percepción de él mismo.
Lo mismo ocurre con las fobias ... muchas veces tienen pensamientos negativos que disparan miedos infundados.

Los tartamudos no tenemos un miedo infundado ... Las caras raras (caras de "a este que le sucede") son reales y duelen ... desgraciadamente duelen mucho ... Entonces los tartamudos antes de hablar tenemos miedo a algo que puede suceder ... y luego efectivamente sucede ... Esto no es culpa de los pensamientos negativos ... Esto ocurre porque somos tartamudos ... y tartamudear no es inevitable.

Ahora bien ... no por ello permaneceremos en silencio ... No hay otra salida ... hay que tartamudear ... aunque cueste ... aunque duela ... aunque se rían de nosotros.

Hay que dar "un dar un salto cualitativo” y atreverse a hablar ... Al principio de nada sirve evitar o disfrazar el habla ... Tarde o temprano el evitar fracasa ... y cuando fracasa ... aparece un dolor y un odio que duelen muchísimo más que los bloqueos ... Porque uno se siente impotente y callado ... cuál si fuera un cañón que no se dispara.

Para desensibilizarse a la hora de hablar por teléfono hay recomendaciones muy conocidas ... Por ejemplo llamar a un hotel y pedir una reserva ... Decir nuestro nombre ... apellido ... preguntar por los tipos de habitación disponibles ... decir que uno lo va a pensar y después llamará para reservar ... dar las gracias y despedirse ... Esto se puede hacer todas las veces que uno quiera ... Puede ayuda a desensibilizarse hablar con alguien que no conocemos ... ni conoceremos quizás ... Ayuda también a conocernos nosotros mismos sin tanto apuro ... ni tanto disfraz.

La mayoría de las veces los bloqueos son inevitables ... Hay que aprender a que un bloqueo no nos arruine todo lo que vendrá después ... Si después de bloquearme 20 segundos ... tengo que salir desesperado a decirme que estoy limpio ... que soy inteligente ... que no soy un bicho raro ... y todo lo que en esos momentos calienta ... hierve y calcina nuestra cabecita ... Pues entonces estamos perdidos compañeros ...
Se pueden pasar años ... décadas enteras dándole vueltas a ese asunto ... Por eso hablo de “pasar por encima” a la tartamudez ... Cuesta sí ... no es fácil por supuesto ... pero en un principio la búsqueda desesperada de fluidez y métodos que ayuden a no bloquearse ... solo son otra manera de tratar de evitar aquello que duele ... El dolor es inevitable ... pero se le puede disminuir muchísimo su potencial destructivo ... Yo lo he logrado.
Una idea es ... no dejar ese dolor en manos de los demás ... No dejar que la cara de nuestro interlocutor ... o la impaciencia del que está del otro lado del teléfono ... nos diga cuanto y cómo nos debe doler ser tartamudos ... A la mierda los oyentes ... al carajo sus caras raras ... No se puede dejar ese saber en manos ajenas ... no se puede dejar ese dolor lacerante para que los otros dispongan hasta donde me enterraré el cuchillo esta vez ... Hay que tratar de limitar el dolor que nos produce bloquearnos ... que es real y produce pánico ... no hay que dejarlo que empañe todos los demás aspectos de nuestra vida ... De nada sirve calentarse la cabecita a todo vapor después de un bloqueo ... o tener que andar mostrándoles obsesivamente a los demás ... cuán fluidos somos ... Porque lo cierto es que sabemos muy bien hablar fluidamente ... pero no sabemos bien que nos ocurre ni que hacer cuando tartamudeamos.

Una charla telefónica no mide su eficacia en tanto y en cuanto nos bloqueamos más o menos ... La eficacia en la comunicación está ... en ser capaces de decir aquello que deseamos ... Si para decirlo hubo que tartamudear 10 veces ... Pues fue un ÉXITO.
Porque – caso contrario - si yo llamo y no me bloqueo nada ... hablo fluidamente todo el tiempo con mi interlocutor ... pero cambié 10 palabras y dije cosas que ni hacia falta decirlas ... Pues entonces ... fracasé ... a pesar de la maravillosa y muy vendible FLUIDEZ.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Comunicación

Es innegable que a causa de nuestra tartamudez tengamos (o en algún momento hayamos tenido) problemas para relacionarnos con los demás ... Pero yo creo (y es algo que estoy pensando ahora) que la relación más problemática que nos impone la tartamudez ... es con nosotros mismos ... No niego con esto que las causales de esta situación se hayan originado en la relación con los demás (burlas, verguenzas, violencias etc) ... Pero creo que no se debe perder de vista este punto ... dado que sino quedaremos victimizados y enajenados de todo lo demás que nos rodea ... y podremos exclamar con resignación ¿Tengo problemas para relacionarme? ... Ahhh es culpa de la tartamudez ... de la sociedad ... de la puta suerte ... de mis padres ... etc.

Entonces yo pregunto: ¿Usted compañero tiene problemas para relacionarse con los demás a causa de su tartamudez? ... ¡Por supuesto hombre! dirá el compañero X ... Y entonces ahora le pregunto ¿Cómo se relaciona usted con su tartamudez? Sospecho que dificilmente quién se relacione más o menos bien con una parte intrincada suya ... obtenga desde el vamos la desaprobación ajena a cada instante ... Podría pasar ... pero lo común es que no.
Si yo me siento bien conmigo mismo ... obtendré más aceptación que rechazos.

Insisto (y creo seguiré insistiendo) en que intentemos limitar el poder destructivo de la tartamudez ... ¿Cómo? ... Tratando de no meter todo los rollos en una misma bolsa ... e intentando acotar los alcances de la misma.
Quiero decir que es indudable que la tartamudez imponga limitaciones ... Pero eso solo permite ver la cuestión desde una perspectiva negativa y poco creativa ... Con ese mismo criterio yo les podría decir: Todas las cosas en la vida imponen diversas limitaciones ... Y esta es una frase sentenciosa que no dice demasiado de nada ... Quiero decir que es una frase muy general ... que incluso suena negativa ... cuando en verdad los límites son necesarios para la supervivencia misma ... y pueden tener connotaciones positivas ... ¡Limitarse es darse contenido! ... Un padre que limita ama ... y enseña la libertad de elegir.

Insisto ... no hay que dar crédito a la ILUSION de que si uno no fuese tartamudo su vida sería mucho mejor y distinta ... ESA ES UNA HIPOTESIS CONTRAFACTICA ... ¿Qué significa eso? ... que no se puede ni se podrá demostrar que las cosas podrían ser así ... ¿Y entonces para qué sirve decir eso? ... Para HUMILLARNOS ... y para humillar a quienes tenemos junto a nosotros.
Si le digo a mi hija que yo sería mejor padre si no fuese por la puta tartamudez ... me estoy humillando ... y por elevación también la estoy humillando a ella que me ama como soy y me necesita ... y no le hace nada bien a su psiquis que su padre se humille.
Si a mi pareja le digo que si yo no fuese tartamudo estaría corriendo mujeres todo el tiempo ... también me estoy humillando yo y la estoy humillando a ella ... que (pequeño detalle) me ha elegido como compañero de vida ... y no es algo que yo elegí porque (a causa de la ttm) no me animé a algo mejor ... No solo humillo sino que olvido (pequeño detalle) que Ella también me elegió a mí.

Hay que pensar y repensar esta ILUSION que a veces también nos lleva a la fantasia de que si no fuese por la puta tartamudez diríamos TODO TODO TODO ... y podríamos con TODO TODO TODO ... Quién sienta en lo más profundo que es así puede empezar a decir todo todo todo cuando le plazca ... ¡lo puede hacer ahora mismo! ... lo más que podría pasarle es que quizás ametralle sin piedad algunas palabras ... pero no más que eso ... ¡Adelante hagan la prueba! ... y verán que no siempre es posible (ni siquiera conveniente) decir todo lo que pasa por la cabeza ... Verán que hay "ciertas represiones sociales" que limitan algunos discursos y nada tiene que ver con ser tartamudo o no.
Ustedes pueden decir todo cuanto quieran (o la sociedad les permita) ... y esto no es ilusión es pura realidad que espera a quién se atreva.
La verguenza no es patrimonio exclusivo de los tartamudos.
Ser tímido no es una consecuencia directa de la tartamudez.
La culpa dificilmente podría desalojarse totalmente de nuestro corazón ... por la sencilla razón que es una cualidad humana e histórica ... que atañe a todos mucho más allá de la ttm.

Guay! ... Si no fuese tartamudo yo sería totalmente distinto y elegiría ESTO ... AQUELLO ... LO OTRO ... No me importaría ESTE ... NI AQUEL ... NI EL OTRO ... Tendría un mejor empleo ... una mujer mejor ... una posición social mejor ... otros amigos ... ¿Sino sería tartamudo sería casi un Dios? ... Cuidado con eso ... porque el mundo no depende de mí sino viceversa.

Cuidado compañeros porque nuestra vida es inmensa y maravillosa ... tan inmensa que a veces hasta nos perdemos transitándola ... Y en esa inmensidad hay muchas más cosas además de la tartamudez ... Siempre se hace incapie en lo que se elegiría si uno no fuese tartamudo ... y en las ventajas de esa condición ... Sin ofender les digo que sospecho que es para no hacernos cargo nosotros mismos ... de todo lo que no nos atrevemos a elegir ... No es fácil elegir y hacerse cargo de lo que decidimos ... Y para eso no importa ser tartamudo o no serlo.

¡¡¡Qué los tartamudos sepamos que es posible estar a la altura de nuestros deseos CARAJO!!!

domingo, 21 de junio de 2009

La tartamudez y el amor

Quién más … quién menos … todos los tartamudos alguna vez nos azotamos el alma preguntándonos casi en secreto: ¿Podré encontrar una pareja que me ame pese a mi condición de tartamudo?

A esa pregunta lastimosa e inicial habría que sumarle alguna de éstas:

¿Qué relación podrá haber entre el amor y la tartamudez?

¿Amamos distinto los tartamudos?

¿Nos aman distinto porque somos tartamudos?

Yo creo que no ... Es más ... supongo que a nuestras parejas o futuras parejas no les preocupa demasiado … y con el tiempo les parece tan común como para nosotros el hecho de que ellos no se bloqueen … Yo creo que la maravilla del amor está en querer … admirar … deslumbrarse por otra persona más allá de sus defectos y virtudes … o a pesar de sus defectos y virtudes ... O lo que sonará aún más extraño POR SUS DEFECTOS Y VIRTUDES.

Hay un pasaje de un poeta uruguayo muy conocido (Mario Benedetti) que dice:

" ... Sé que vas a quererme sin preguntas,
sé que voy a quererte sin respuestas ... "

¿Qué lugar hay para la tartamudez en ese pasaje tan hermoso y amoroso?
Ninguno ... no hay lugar ... Pero nosotros los tartamudos tenemos la obsesión y la necesidad de machacarnos el cerebro y queremos involucrar a nuestra tartamudez hasta en cómo tomamos la sopa ... Y de una manera u otra eso nos pasa o nos pasó a casi todos.

Ahora recuerdo una frase que leí por ahí y que me gustó mucho porque cambia los parámetros de cómo el sentido común … los medios de difusión o esos comunicadores sociales de baja potencia cerebral pretenden ofrecernos y vendernos lo bello ... La frase dice que: "la belleza nace siempre de una imperfección".

Hoy día nos suena tan rara esa frase ... y es que vivimos inmersos en una cultura que continuamente quiere vendernos "modelos éxito y de belleza" que son muy difíciles de lograr (y que difícilmente encajan en nuestra propia vida) ... Y esto nos involucra tanto a los tartamudos como a los no tartamudos ... ¿Cuántas personas sufren anorexia? … ¿Cuántos jóvenes se hinchan el cuerpo con anfetaminas que agrandan sus músculos para sentirse más seguros ante el sexo opuesto? ... Ni hablar de las personas que sufren por las características de su cabello, de su nariz, de sus piernas etc.

Hace un tiempo mi mujer me confesó que al conocerme le pareció sexy el hecho de que yo me trabe ante ciertas palabras ... En fin ... yo pensé que ella me estaba haciendo una broma de muy mal gusto ... ¿Qué otra cosa podía pensar yo, si continuamente buscaba evitar mi tartamudez frente a ella?

Pero claro ... más allá de lo que nos digan aquellos que nos quieren ... a la hora de una cita amorosa a nadie le gusta andar "ventilando" sus defectos ... Y mucho menos ante una persona que nos gusta mucho y que pretendemos seducir y enamorar ... Y por ello lo más común es que algunos tartamudos tratemos de ocultarlo ... Para otros - quizás - sea poco disimulable por tratarse de casos más severos ... ¿Qué conviene entonces? ... NO DESESPERARSE ... entender que de lo que se trata es de SEDUCIR no de ocultar la tartamudez ... Y una cosa no tendría por qué tener relación directa con la otra ... Salvo que ubiquemos a la tartamudez por encima de todas las cosas.

Es lindo y hasta muy fácil escribir "uno debe mostrarse tal cuál es y bla bla bla" ... pero ... ¡Puta que es difícil! ... ¡Cuanto nos cuesta y hasta a veces cuanto nos duele y avergüenza mostrarnos tal cuál somos!
Y si presta atención a la cotidianeidad que los rodea a usted amigo lector ... se dará cuenta que no solo nos ocurre a nosotros los tartamudos.

Es por eso que frente a una cita amorosa nosotros somos como el resto de los mortales ... El compañero tartamudo no es un "héroe de película" ... es simplemente un hombre o una mujer que poco a poco se anima ...Y eso ya es mucho más que un simple héroe de película.
Porque no es empresa fácil enfrentar con valentía los miedos ... afrontar las pérdidas y los riesgos de la vida real que late y duele ... Todos ... absolutamente todos tememos ser rechazados y lastimarnos ... Pero en medio de esa desolación inicial hay una excelente noticia: el amor.

Nada más saludable que ir al encuentro de la belleza preparado para disfrutar y gozar ... Y a la hora del disfrute hay que celebrarse sin pudor ... sin vergüenza y sin ocultamientos ... Al parecer el amor obedece otras leyes.

viernes, 1 de mayo de 2009

La tartamudez y el humor

Se hace y se ha hecho muchas veces humor con la tartamudez ... Desgraciadamente casi siempre se recurre al chiste fácil y a la descalificación ... sintomatología del mal humorista.
El reportaje que transcribiré a continuación procede de un blog de mi autoría que es primo hermano de este que usted está visitando amigo lector.
Le aclaro de antemano que este reportaje pertenece al mundo de la ficción ... Producto de la fantasia es también mi amigo el Caimán ... un personaje pintoresco y provocador ... de modales groseros y muy mal hablado ... que busca empecinadamente salpicar con un poco de picante cualquier tema que se trate ... Aún más si se trata de un tema serio ... como lo es en este caso la tartamudez ... Todo esto en el contexto de un imaginario programa radial.

Mi intención es provocar la risa o la furia ... con la idea de pensar ... de re-pensarnos como tartamudos en un mundo que nos vende patrones estereotipados de casi todas las cosas ... Y en el cuál no es sencillo mostrarse diferente a los demás.
Espero no ofender ... solo invito a reflexionar sobre el humor y la tartamudez o viceversa.


NO SOMOS COCODRILOS presenta:

"EL TARTA"



Caimán: - ¿Y para hoy solo el reportaje al amigo?

Locutor: - Ordenes son ordenes caimancito ... ¿Qué le vamos a hacer?

Caimán: - No me dice demasiado señor locutor ... ¿Ordenes son ordenes? ... y sí ... pájaros son pájaros ... locutores son locutores ... caimanes son caimanes ... y así hasta el infinito ... Dejemos las tautologías señor ... ya bastante aguantar hoy a este personaje ... Io solo quiero que me pagué por haber trabajado en su blog “No somos cocodrilos” ... Estuve trabajando hasta las 5 de la mañana y aún no vi un centavo.

Locutor: - ¿Y que me dice a mí? ... Hace meses que trabajo aquí para él y ni siquiera me invitó ... No estoy ofendido ... estoy desilusionado ... ahora que es famoso se olvida de la voz que lo ha presentado tantas veces.

Ruben: - Buenas tardes

Locutor: - Ahí viene ... mejor disimulemos.

Ruben: - ¿Cómo andan mis amigos? ... ¿Pudo descansar caimancito después de todo el trabajo de ayer a la noche?

Caimán: - Descansar pude ... lo que no pude fue comer ... Estoy esperando mis honorarios amigazo ... ya sabe que acepto cheques al portador.

Ruben: - Ya lo recompensaré caimancito ... tiempo al tiempo.

Caimán: - ¡Zas! ... otro que vino tautológico ... Parece que hoy están faltando metáforas.

Locutor: - ¿Quiere que empecemos señor Ruben?

Ruben: - Adelante señor locutor.

Locutor: - ¿Qué es la tartamudez para usted señor Ruben?

Ruben: - Para mí es la marca indeleble de un temor innombrable ... Al menos así la definí en un relato que escribí hace muchos años ... La tartamudez es una calle que me costó mucho poder cruzar ... Una característica infantil ... un dolor adolescente ... y ahora nuevamente una característica de un muchacho adulto que soy yo.

Caimán: - Parece que hoy se vino para mate y guitarra ... ¡cuánto verso hay en esos labios! ... Le sobran palabras y le falta dinero a este señor ... Lo único que se le traba son los bolsillos.

Locutor: - ¿Cuándo supo que era tartamudo?

Ruben: - La tartamudez no la he tenido desde siempre ... Yo comencé a hablar a los 3 años y según cuentan no tartamudeaba nada de nada ... Esto es común ... la mayoría de los tartamudos comenzamos a hacerlo a partir de los 4 o 5 años ... en mi caso personal fue un tiempo antes de que naciese mi hermana ... Y de allí que viví muchos años pensando en algo psicológico producto del nacimiento de Andrea ... pero ese análisis es errado ... En todo caso el nacimiento de mi hermana produjo celos ... pero no tartamudez ... La tartamudez tiene componentes biológicos ... psicológicos y sociales ... y hay que analizarla y entenderla desde este enfoque interdisciplinario ... Uno no nace tartamudo ... en todo caso ... un tartamudo nace con cierta propensión al tartamudeo ... que se desarrolle o no después ... es un asunto complejo ... pero hay una base genética que opera en el universo biológico ... que puede tratarse e incluso curarse cuando uno es niño ... y no tiene cura – aunque sí paliativos – cuando se llega a la edad adulta.

Locutor: - ¿Sus padres no hicieron nada cuando comprobaron que usted tartamudeaba?

Ruben: - Mis papis eran muy jóvenes ... pero por supuesto que se preocuparon ... Recuerdo también que mi abuelo Tató le decía a mi mamá que me lleve al médico ... Lamentablemente hay – aún hoy día – mucho desconocimiento de esta dolencia ... y los tratamientos que yo seguí cuando niño no eran los indicados ... Fui muchos años a una foníatra ... que hablaba de que mi lengua era muy ancha y ...

Caimán: - Más que ancha parece larga como la mía ... Creo que el señor Ruben se está mandando la parte ... ¡Dios mío estos argentinos! ... Y después me acusa de tener fantasías con número 69 ... por favor.

Ruben: - No Caimán ... no es broma ... por muchos años la medicina buscaba la solución a la tartamudez operando la lengua ... y no es chiste ... Hubo muchos infelices que se operaron a principio del siglo XX ... y por cierto ... no obtuvieron mejoras significativas ... Pero volviendo a mi caso personal ... iba a foniatría y hacia ejercicios de deglución ... Mis padres pensaban que yo mejoraba ... pero la verdad es que no servían para nada ... Es rara la tartamudez ... uno a veces tartamudea más ... otras veces menos ... a veces nada ... Pero lo cierto es que yo no descubrí que era tartamudo ... en todo caso yo descubrí que al hablar había gente que me miraba raro ... Mis padres me decían que hable más despacio ... o que no me ponga nervioso ... Todos saberes del sentido común que no sirven para nada ... y que no tienen nada que ver con la tartamudez en sí ... son simplemente la punta del iceberg ... lo que se ve ... de una temática compleja y desconocida.
Y es en este punto cuando aparece el universo social de la tartamudez ... la condena social a tu modo de hablar ... que es lo que da el puntapié inicial al universo psicológico ... Vos sentís que te cuestionan tu manera de hablar ... y eso a la larga o a la corta trae problemas psicológicos ... porque si de pequeño vos sentís (al menos mínimamente) que te cuestionan tus padres y todo tu entorno ... entonces aparece el miedo a hablar ... y es donde realmente te comenzás a poner nervioso.

Locutor: - Dejemos cuestiones médicas y filosóficas ... hablemos de anécdotas respecto a ese universo social que usted describió muy bien ... ¿lo bromeaban en la escuela? ¿en su casa?

Ruben: - La verdad es que no demasiado ... Mi tartamudez nunca me impidió hablar ... y la verdad es que siempre fui de hablar mucho ... aún de niño ... Pero sí ... claro que hubo alguna que otra broma ... pero lo que más me afectó tanto de niño como de adolescente fueron las caras de ¿A este que le pasa? ... ¿Es tarado? ... ¿No sabe siquiera decir su nombre? ... Esas caras fueron desde siempre mucho peores que las bromas ... Porque a las bromas se les puede contestar con otras bromas ... y yo que siempre he sido muy rápido con el humor tenía cómo devolver la gentileza ... Pero las caras raras y descalificadoras fueron siempre muy difíciles de deglutir ... ¿Qué iba a contestar yo a los 5 años? ¿Qué la tartamudez era un problema bio-psico-social que afectaba al 1% de la población mundial y que producía mucho sufrimiento ... y qué entonces por favor no me miren raro? ... No tenía elementos en ese entonces ... era un niño ... y carecía de conocimiento sobre lo que me pasaba ... y lamentablemente mis padres también.

Caimán: - ¿No lo comparaban con Porky ... el chanchito de la TV?

Ruben: - Claro que sí ... alguna vez me dijeron que hablaba como Porky ... y todos se rieron ... y me sentí un poco mal ... No solo porque Porky era tartamudo y yo también ... sino porque ese chanchito siempre me pareció medio torpe y tonto.

Caimán: - ¿Los tartamudos no son tontos o algo retrasados?

Ruben: - Puede ser ... pero seguro que no tanto como los caimanes que invento yo en mis ratos libres ... que para peor hablan ... y gustan de decir muchas estupideces creyendo que son graciosos.

Caimán: - Me quedó clarísimo ... Creo que no haré más esa pregunta.

Locutor: - ¿Hay cierta fantasía sobre estas cosas ... no es cierto?

Ruben: - Hay quién tiene la fantasía que de que los tartamudos tienen cierta discapacidad mental ... son algo tontos ... y la verdad es que esa afirmación no tiene demostración empírica posible ... Tontos debe haber entre los tartamudos ... pero también los hay entre cualquier subgrupo social que nos pongamos a analizar.

Caimán: - Io no conozco a ningún colombiano tonto.

Ruben: - Yo tampoco ... pero la verdad es que tampoco he visitado Colombia ... así que mi opinión es muy sesgada.

Caimán: - Argentinos lamentablemente para usted ... hay muchos.

Ruben: - Probablemente ... y de seguro la mayoría no deben ser tartamudos.

Locutor: - Veo que a ustedes les gusta tirarse flores.

Caimán: - Un tantico así nomás.

Ruben: - Lo hacemos por deporte ... y por costumbre.

Locutor: - ¿Hay tartamudos famosos?

Caimán: - Uhhhh aquí empieza la guitarreada y el verso ... si se menciona él ... prometo que me las corto con una tijera ... que conste en actas.

Ruben: - Muchísimos ... y algunos son realmente muy famosos como Marilyn Monroe, Bruce Willis, Winston Churchill, Julia Roberts, Jorge Luis Borges, Aristóteles, Isaac Newton, Roosevelt, Charles Darwin, Virgilio ... e incluso se sospecha entre los teólogos que Moisés era tartamudo ... de ser así ... sería el primer tartamudo conocido de la historia ... Esta hipótesis se basa en el terror que sentía Moisés en el Éxodo ... cuando Dios le pidió que le hable a las multitudes ... es un tanto rebuscado ... pero interesante.

Caimán: - Olvidó mencionar al Chanchito Porky que también es muy famoso.

Ruben: - Es cierto Caimán ... muchas gracias ... Y olvidé también que actualmente el vicepresidente de los Estados Unidos también es tartamudo.

Caimán: - ¿Y el negro Obama?

Ruben: - No lo sé ... creo que no.

Locutor: - ¿Qué dice su familia o que piensa su familia de su tartamudez?

Ruben: - Para mis hermanos siempre fue lo más natural del mundo ... y es comprensible porque yo soy el mayor y ellos me conocieron así ... nunca me han preguntado nada ... ni los vi con caras raras por mis esporádicos bloqueos ... Mamá Silvia siempre se sintió un tanto responsable de mi tartamudez ... y la recuerdo llorando por eso ... ¡una cagada! Porque era una situación difícil de digerir para un niño ... Papá Norberto fue muy especial el pobre ... a veces me daba vuelta la cara ... o dejaba de mirarme y puteaba bajito cuando yo me trababa mucho ... y curiosamente con mi papá es con la persona que más me trabo al hablar ... Lo odié sin piedad por mucho tiempo a causa de eso ... porque me hacia sentir realmente un tarado ... un estúpido ... un discapacitado mental ... y no había derecho a tratarme así ... Con los años entendí que el pobre papá no quería aceptar lo que me pasaba ... y sufría por mí el pobre ... y si bien es cierto que actuaba mal cuando yo me bloqueaba y trataba nerviosamente de contarte alguna hazaña de fútbol o de la escuela ... Papá daba vuelta la cara de bruto nomás ... de no saber como tratarme ... por desconocimiento ... por vergüenza ... o quizás por sentirse incapaz de ayudarme ... Lo cierto es que no guardo ni un poquito así de odio hacia él ... lo amo profundamente y – aunque menos que antes – tengo mucha admiración por él ... y me encanta conversar con él y contarle cosas ... Ya no me trabo como antes pero a veces me trabo ... y él sigue demostrando que no sabe como tratarme ... porque a veces trata de completar la frase que no me sale ... y es eso justamente lo que no hay que hacer con un tartamudo ... jajajjajajaja ... Pero él lo hace de bueno nomás ... porque es relamente un gran tipo ... el quiere ayudarme ... pero sigue sin saber cómo ... y yo debería decirle que así no ... Pero no me gusta salirme demasiado ante él ... de mi lugar de hijo jajajajjaja.

Locutor: - ¿Su padre sigue sin aceptar su tartamudez?

Ruben: - No lo sé ... habría que preguntarle a él ... pero con la autoridad que me da mi propio título de padre le digo ... que los padres lo único que queremos es ver felices a nuestros hijos ... lo demás poco importa ... queremos que nuestros hijos estén bien ... y nos alcanza con eso ... Creo que él ve que yo pude estudiar ... ser padre ... me ve contento y quizás a esta altura le importe bastante poco ... cómo a mí ... Aquí nuevamente interviene el universo social de la tartamudez ... ¿Sabe? ... hace unos días me publicaron un relato en un blog que se llama Justicia social para la tartamudez ... Cuando lo leí advertí que yo no estoy para nada de acuerdo con el contenido que hay allí ... porque para pedirle a la sociedad que acepte ... hay que empezar por casa y aceptarse uno mismo ... y luego sí uno tiene el derecho de reclamar la aceptación de los otros ... Y lo más curioso es que cuando uno se acepta ... le importa bastante poco la aceptación de los demás ... Ocurre lo mismo con cualquier grupo social minoritario ... le ocurre por ejemplo a los homosexuales ... gritan a los cuatro vientos que la sociedad no se los acepta ... y cuidado ... quizás sea cierto esto ... pero ... ¿ellos se aceptan? ... creo que la cuestión empieza allí ... Aunque claro ... no es camino fácil el aceptarse ... es muy difícil ser distinto en un mundo cada vez más homogeneizado ... y que vende patrones de belleza ... de éxito ... y mujeres hermosas que solo son para los bellos y exitosos.

Caimán: - No sabía que usted era también homosexual.

Ruben: - ¿Cómo? ¿No se acuerda de anoche?

Caimán: - Hummm ... solo recuerdo que ese chiste ya lo hice io en un programa pasado ... Lo siento Ruben ... usted llegó tarde ... otra vez será.

Locutor: - ¿Qué hay del humor y la tartamudez?

Ruben: - Hay mucho ... aquí en Buenos Aires el conocido “tarta” es un personaje más de la fauna arrabalera ... en la esquina del barrio está el gallego ... el ruso ... el tano ... el petiso ... el narigón ... el tarta ... y este último también tiene tela para cortar y hacer humor ... Claro que es contradictorio porque es verdad que los tartamudos en algún momento de nuestras vidas sufrimos desgraciadamente mucho ... Y tener que aguantar las risotadas ajenas en esos casos fue o es muy chocante y enoja mucho ... Y más a quiénes no disfrutan del humor picante y zafado ... que dicho sea de paso ... no es mi caso ... ya que yo bromeo casi con cualquier cosa ... Pero tengo códigos ... si me bromean me la aguanto.

Caimán: - Jajajja ... pero que bo-bo ... que bobolu ... que bolu ... que bolu ... que boluble es este señor Ruben.

Ruben: - Va con v corta caimán ... Vo-lu-ble.

Caimán: - Ehhh aguántese las bromas ... no me venga con esa vaina de la ortografía.

Ruben: - Volviendo al humor yo escuché una anécdota genial por parte de un tartamudo que se llama José Luis ... es español y participa de un foro por internet ... Es así: - El tipo tenía que hacer de Rey en una obra de teatro de su pueblo ... Él desgraciadamente es muy tartamudo ... y ni bien empezó la obra ya le tocaba salir a escena ... Según nos cuenta ...él miró desde arriba del escenario … y vio a todo el pueblo sentado observando expectante ... Tuvo pánico ... enmudeció ... y tratando de relajarse y respirando despacio ... intentó comenzar con su libreto ... Y entonces ... una metralleta salió de su boca ... y ametralló cuanta palabra brotaba de sus labios ... Las piernas le temblaban ... sudaban sus manos ... y los labios se le trababan una y otra vez ... El público estalló en carcajadas ... él no hizo caso y siguió ametrallando palabras y sufriendo como un condenado ... Sus compañeros miraban desesperados y le hacían señas diciéndole que siga ... El público comenzó a aplaudir y a estallar en carcajadas ... coreaba el nombre del Rey ... aplaudía cada vez que el Rey salía a escena y ametrallaba parlamentos ... Y de verdad pensaba que se trataba del libreto ... ya que en cartelera se anunciaba una obra de teatro medio satírica ... Lo aplaudieron hasta la tartamudeada final ... y luego lo felicitaron en nombre del pueblo ... El Rey fue la nota de color de esa obra ... y el alcalde estaba tan contento con el éxito obtenido ... que pidió que la semana entrante la obra se ponga otra vez en escena ...

Locutor: - Pero este Rey sufría mientras lo otros gozaban.

Ruben: - Por supuesto ... y ahí está la contradicción ... lo paradójico ... Pero lo que se puede rescatar es el condimento humorístico que tiene la tartamudez ... y que a los tartamudos molesta mucho ... Yo pienso que si suceden anécdotas como esta … hay que comenzar a aceptar que por desconocimiento ... por no tomarlo como una discapacidad importante ... o por lo que fuera ... la tartamudez logra hacer reír a la gente ... ¿Sabe? ... cuando yo estudiaba en la universidad ... una vez le conté un chiste a unos compañeros ... y no pude terminar la palabra “chistosa” final porque la ametrallaba una y otra vez ... Yo me quería morir ... pero mis compañeros se rieron más que si les hubiese contado bien el chiste ... Y cuidado ... porque se trataba de gente que me quería mucho ... que me apreciaba de verdad ... Hoy creo que ellos no se reían de mí ... en todo caso se reían de la situación que fue sin duda graciosa ... aunque duela un poquito aceptarla ... Yo podría haberles reprochado mi sufrimiento ... pero allí perdía el humor y el bienestar de todo el grupo ... por no querer aceptarme yo mismo ... Fue duro ... pero fue revelador …

Locutor: - ¿Nos trajo alguna canción para coronar este encuentro?

Ruben: - Como buen porteño que soy ... le diré que en la vida hay muchos sufrimientos ... pero por suerte para cada uno de ellos hay un tango que lo exorciza jajajjajaja ...

Locutor: - ¿Un tango de la tartamudez?

Ruben: - Jajajjaja ... un tango que se llama “El tarta” ... y que para peor es buenísimo jajajjajaja.

Locutor: - ¿En serio?

Ruben: - Lo más serio posible jajajjaja ... Un tango que habla de un tartamudo ... que a pesar de su condición es honesto ... ya que el sentido común entre tantas imbecilidades suele decir que los tartamudos son malas personas ... así como los rengos también ... y los peruanos son carteristas ... y los chilenos ladrones ... y todas las imbecilidades que se le ocurran.

Caimán: - Y a los ciegos les gusta toquetear ... Io lo digo porque tuve una novia ciega ... y ay Dios mío ... si se habrá movido el río en aquellos años ...

Locutor: - Volvamos al tango por favor que me tiene intrigado.

Ruben: - Bueno ... el tango “El tarta” habla de un tartamudo que se enamora y nada lo detiene aunque se le trabe la lengua ... La suegra lo quiere lejos de su hija ... pero él amenaza con llevarse a su amada lejos en caso de ser necesario ... y explica que no importan sus labios ... sino su corazón que no se traba y es el que ha de brindar a su amada ... Le confieso señor ... que escuchando esa joya musical ... una vez más puedo decir con orgullo ¡qué gracias a Dios soy argentino!!! jajajajjajajaj

Caimán: - Pufff ... tartamudo vaya y pase ... pero argentino uhhhhhhhhh!!!!!

Locutor: - Puede dejarnos la letra también.

Ruben: - Con todo gusto ... se las paso ... presente nomás y la ponemos abajo.

Locutor: - Amigos de este blog ... con ustedes la orquesta inigualable de Juan D’arienzo y la voz inconfundible de Alberto Echagüe ... interpretando el tango que lleva por título “El Tarta” ... Y mostrándonos una vez más que se puede hacer poesía con cualquier tema ... porque amigos lectores ... sepan ustedes que no hay grandes y pequeños temas ... sino grandes y pequeños artistas ... He aquí a un grande del tango argentino ... Música Maestro



El Tarta

Yo no tango tungo tengo,
yo me ca ca cachen diez empieza el lio;
es la luenga lunga lengua
que se hamaca, que se araca atranca digo.
Yo jamón, jamás la pata
nunca mato, nunca meto qu'embromar;
y pa' calma, colmo peso
paso el día sin hablar.

Yo lluvia, llave llevo treinta abriles sobre mí.
Soy pobre y muy enredo, pero honrado de verdad;
soy toro, no, soy tero, soy soltero y no soy gil,
y pronto vento y piba he de casar.
Por norma parlo poco porque peco por hablar;
la viaje, vieja dice que su hijita no es pa' mí,
que nato, nata, nota mi defecto mucho más
y al ñudo es forcejear nació pa' mí.

Tengo mecha, mucha cancha
y aún sin pleto, plato, plata voy en fija
si al casorio se me oponen.
Yo me escupo, yo me escapo con la chiva
con la chica digo y vale,
que si el vento que si el vento es pa' mi mal
de mi pucho, pecho sale
el amor que he de brindar.

Música: José María Rizzuti
Letra: Emilio Fresedo

domingo, 22 de febrero de 2009

Carta abierta

Yo no soy especialista en tartamudez ... soy un modesto aprendiz de todo lo que me ocurre cuando hablo ... No propongo ningún método de cura ... sino que invito a transitar un largo camino: el camino de la aceptación de la tartamudez.
No hablamos mal ... simplemente somos tartamudos ... y ya bastante nos discriminan los de afuera ... por eso invito a que nosotros cuanto menos ... tratemos de aceptar y conocer lo que nos pasa ... La mía es una posición personal y política ... Soy consciente de que no es fácil aceptarse ... pero tampoco es imposible ... Y es falso que el que se acepta se aleja de la cura ... ya que si aún no se descubrió una cura general que nos incluya a todos nosotros ... ¿de qué cura nos alejaríamos buscando aceptarnos como tartamudos?
He pasado muchos años (sobre todo los de la adolescencia) haciéndome mucho problema por la tartamudez ... y dejando que la misma invada casi todos los aspectos de mi vida ... He llorado ... me he deprimido ... he insultado a mi padre en su propia cara diciéndole que yo era tartamudo por su culpa... He soportado bromas pesadas de compañeros, extraños, amigos ... Me he querido morir cuando alguna chica que me gustaba me miraba los labios de manera rara cuando no me salía una palabra ... He sentido que me invadía un inmenso terror en medio de clases en las que yo debía exponer alguna cosa ... He sufrido horrores el tener que presentarme ante mucha gente y tartamudear mi propio nombre ... No podía soportar escuchar la palabra tartamudo ... ni toleraba hablar con nadie de lo que me pasaba ... me daba horror ... bronca y vergüenza.
En un principio pensé que la tartamudez era algo psicológico ... luego comprobé que la tartamudez trae problemas psicológicos pero ella misma no es solo eso sino que tiene otros componentes biológicos y sociales.
Siempre fantaseé con la idea de que de un día para el otro no tartamudearía más ... Tuve sueños inolvidables en los cuáles yo hablaba sin esfuerzo y me sentía un Dios ... Se me había puesto en la cabeza que si yo no tartamudearía casi todas las cosas de mi vida serían mucho más fáciles y llevaderas. Con los años me di cuenta que ese razonamiento es falso ... y además incomprobable.
A los 25 años comencé una terapia psicológica ... con los años advertí que la tartamudez (al menos en mi caso personal) yo la utilizaba para victimizarme frente a muchos otros problemas (principalmente problemasfamiliares con mis padres y hermanos) ... y eso me fue llevando poco a poco a ubicar a la tartamudez en el lugar que le coresponde ... es decir ...como una característica más de mi persona ... que no es producto de mis problemas familiares ... y que tampoco me impide ser feliz y realizarse personalmente ... Fue muy aliviante saber que lo importante es lo que yo diga y sienta ... al margen de cómo pueda decirlo ante determinadas circunstancias ... Aunque cueste o dé vergüenza ... es preferible decir lo que uno siente aunque salga medio trabado ... qué no decir nada o tratar de decir otra cosa parecida sin tartamudear.
Desde siempre he sido una persona muy animada ... muy conversador ... muy curioso ... Utilicé esos recursos para conocer la tartamudez y poder empezar a decir en público "Yo soy tartamudo" ... Luego conocí un foro llamado Ttm-l ... leí miles de anécdotas sobre la tartamudez y me sorprendí de saber que había muchas otras personas que tenían padecimientos muy similares a los míos ... Descubrí la obra de un genio ... un hombre genial llamado Van Riper ... y conocí a estudiosos de la tartamudez que son compañeros a los cuáles leerlos es aprender una y otra vez.
Hace cosa de 4 o 5 años comenzó a importarme bastante poco ser tartamudo ...quiero decir que sería fantástico no tartamudear nunca más ... pero eso es bastante improbable ... entonces advertí que aceptándome y luego aceptando ante los demás que yo soy tartamudo ... los fantasmas pierden bastante efecto ... y las cosas se me hacen más descansadas ... ya que no utilizo demasiada fuerza en ocultarlo.
Desesperarse buscando la cura milagrosa puede llevar a una mejoría ... ¡pero CUIDADO! ... porque también te puede llevar a sentirte mucho peor si dicha mejoría no se produce ... dado que cómo aún no hay un método que permita que todos o la gran mayoría nos curemos ... los métodos que andan dando vueltas no necesariamente sirven para todos ... ni producen mejoras en todos los casos.
Es natural que una persona ofrezca con el corazón la receta que le hizo bien a ella misma y la quiera socializar para amenguar el dolor ajeno ... pero ya somos todos grandes y debemos tener la sapiencia y la responsabilidad de saber que al no haber "un método que sirva para todos" lo que es bueno para mí ... no necesariamente lo será para los otros.
De todas maneras creo que cada uno debe buscar y desandar su propio camino... La vida puede ir bien ... puede ir mal ... porque somos seres humanos y tenemos altibajos emotivos, económicos y sentimentales ... pero la tartamudez no tiene porque ser la culpable o la responsable de todo ello ... Al parecer la regla general parece estar en no esconderse y tratar de aceptar lo que nos pasa. Y para ello nada mejor que tratar de aprender qué es la tartamudez y cómo la viven quiénes también la padecen.
Si la tartamudez tiñe hasta el último de tus pensamientos y se transforma en un callejón sin salida ... del cuál uno solo añora salir desesperadamente... yo considero que hay que buscar ayuda inmediatamente ... Pero no para curarse de la tartamudez ... sino para conocerla ... investigarla ... y para ver por qué curioso mecanismo nosotros dejamos que la tartamudez empañe y complique toda nuestra existencia ... Uno mismo es mucho más que una persona que tartamudea ... La vida es grande ... inmensa ... hermosa ... y es un milagro el poder estar vivo y gozar de buena salud ... Es un milagro el amor ... que la gente se guste ... se sientan identificados unos con otros ... Y hay que cultivar el alma ... engrandecer el espíritu ... y templar los nervios ... para poder decir públicamente y sin ruborizarse ... Y sí ... yo soy tartamudo ... pero no por ello me voy a perder esta oportunidad única de vivir ... de conocer gente ... lugares ... de amar ... de dar a los otros ... y de que los otros comprendan mis sufrimientos y sepan lo que me pasa a mí ... y puedan darme el tiempo que yo necesito para decir esa palabrita que no me sale o para atender el teléfono.
Por supuesto que siempre habrá algún imbécil que se ría ... que se mofe ... que no quiera entender y se burle de vos ... Pero eso no te pasa por ser tartamudo ... créeme ... lo mismo ocurre con los gordos ... con los de baja estatura ... con los narigones ... con los bizcos ... con los sordos ... con los mancos ... con los que cojean al caminar ... Y también con gente que no tiene problemas físicos sino de otro tipo: son muy celosos ... son muy obsesivos ... son tercos ... son muy habladores ... son haraganes ... y muchas veces se transforman en el centro de las burlas ajenas ... Ocurre que cuando uno ubica la tartamudez por encima de todas las cosas ... cualquier broma o cualquier comentario destruyen el alma y el autoestima ... No se trata de alejarse de vínculos sociales ... sino de ubicar a la tartamudez en el lugar que le corresponde y no preocuparse demasiado por lo que digan los demás.
Esto es lo que ahora se me ocurre y puedo decirte con el corazón ... y en base a mi experiencia personal ... Soy a veces poco tartamudo ... a veces más ... depende del día ... la persona que tengo enfrente ... mi estado de ánimo ... y a veces quién sabe por qué ... Lo cierto es que cada vez lamento menos lo que me pasa ... quiero decir ... me preocupo menos y trato de ocuparme más ...
Compañeros ... estoy a su disposición ... reciban un fuerte abrazo!!!!

Carta abierta a una madre

Señora mamá:

La veo muy preocupada por su hijo y quisiera verla feliz. A ver si puedo ayudarla al menos contándole mi experiencia.

No creo que los tartamudos tengamos una relación diferente al resto de las personas con respecto a nuestra mamá; pero lo cierto es que, dejando el mundo de las generalizaciones, cada ser humano es único y, por ende, cada uno de nosotros tiene una relación particular con su madre.

Voy por ello brevemente a contarle que, cuando niño, mamá Silvia se sentía culpable de mi tartamudez. Yo le narraba alguna escena escolar en la cual me había sentido mal o angustiado y ella me abrazaba y lloraba junto conmigo. Siempre me turbó esta situación, siempre me costó entender el por qué de este llanto materno; pero lo cierto es que no me desagradaba que así suceda, más bien lo contrario; me gustaban sus abrazos, sus besos y, dado que en situaciones felices me avergonzaba y me turbaba mucho más reconocer y aceptar sin sonrojarme besos y abrazos, poco a poco esto se convirtió en una forma de lograrlos sin ruborizarme.

Quizás por ello, ante cualquier problema escolar o peleas con mis amigos de infancia, quiero decir problemas de niño, por ende grandes problemas (yo creo - al revés de como se suele pensar - que los niños tienen mayores problemas que los adultos, sin ir más lejos no pueden valerse por sí solos hasta cierta edad, lo cual ya es un serio problema), yo había advertido que culpar a la tartamudez era un buen anzuelo para lograr el cariño y los besos y la absoluta atención de mamá para conmigo. Ampararme en la enorme desgracia de mi tartamudez, que mejor situación para abrazar a esa bella mujer que era mamá sin tener el menor de los temores. Cualquier humillación, cualquier derrota en los juegos infantiles, cualquier situación en la que yo advertía que superaban o anulaban mis fuerzas era inmediatamente pegada a mi tartamudez y revelaba mi amargura cegando todo lo demás.

"De niños - ante determinadas circunstancias – nos suele ser bastante sencillo engañar a los padres". En ese sentido mamá siempre me fue funcional, ella se sentía culpable, "yo te he hecho así hijo mío, perdóname" me repetía mientras se limpiaba algunas lágrimas con un pañuelo y mojaba mi carita de niño con otras aún más amargas y verdaderas.

Con el tiempo mamá Silvia fue ocupando lugares que me correspondían a mí y, para utilizar una metáfora, podría decirles que mamá era la encargada de decir lo que yo no podía por mis propios medios. Quedé entonces pegado a mamá, a esa mujer hermosa y todopoderosa; y ello no mejoró ni empeoró mi tartamudez, pero complicó otras cuestiones, sobre todo a medida que fui creciendo , y en el ámbito laboral, universitario o de recreación, yo buscaba un trato preferencial y distintivo por micondición de tartamudo y no lo lograba. Esa "pegatina" me trajo a la larga muchas confusiones y muchas amargas lamentaciones, más amargas aún que la propia tartamudez.

La paradoja de mi tartamudez fue que por muchos años preferí ocultarla en aquellos lugares que no estaba mamá, pero al mismo tiempo busqué un trato preferencial por dicho padecimiento, y no siempre ello es posible, ni siquiera sé si es aconsejable.

Señora Mamá, ojalá su hijo se cure. Sepa que usted no tiene responsabilidad de lo que a él le sucede, pero sepa que sí tiene la responsabilidad de ayudarlo a mejorar. Si los tratamientos son o no son efectivos no es culpa suya, indudablemente usted está haciendo lo mejor. Sea feliz señora, es lo mejor que puede hacer por él. Nada como recordar padres felices, esa es la mejor herencia que le puede dejar.

Lo innombrable

“ ... Era una tarde como todas las que recuerdo de aquellos días.
Vislumbro ... el gris indefinible de cierta calle empedrada. Las pequeñas piedras de contornos gastados señalando un camino desparejo, hacia donde se alzaban las baldosas blancas y azules de una vereda inconfundible.
Todavía conservo la tibia alegría de un sol interminable, el verano coloreando el frente de la casita baja y modesta, el resplandor sobre una puerta de chapa color blanca que aguardaba satisfecha en el umbral de mármol negro.
Hacia adentro ... la oscuridad de un pasillo, la frescura del patio, el hábito inmediato de mirar hacia la pieza contigua y desolada.
Un pequeño trencito merodeaba alegremente los rincones del patio, inaugurando el silencio de una ausencia temprana, irreparable y definitiva.
Lejanas y solitarias estaciones de mi infancia aún me acompañan desde aquellos días ... y todavía hoy anuncian la marca indeleble de un temor innombrable.
He dicho que era una tarde como todas las que recuerdo de mi infancia. Pero creo descubrir en los recovecos de mi memoria que el tiempo o quizás el olvido han disuelto mis tardes en esa sola ... y la imagino soleada, infinita y definitiva.
Asombrado por el misterio (un descuido de quién sabe quién o a lo mejor un capricho del azar) ... de aquella silenciosa tarde que me sorprendió simplemente solo y parado inexplicablemente en la vedada vereda de enfrente de la que debió ser mi casa. Me adivino callado e impaciente, con el alma todavía desnuda y la piadosa inocencia de mis cuatro años.
Aún me veo esperando ... con la creciente inquietud del nene que no tiene permiso para cruzar la calle solo ... pero por encima de todas las cosas, sintiendo un repentino temor por la necesidad de hablar, estrangulando el aliento, ocultándome detrás de la nada, para no dejar al descubierto la humillante vergüenza que presentarían mis labios al tener que pedir a quienes pasaban a mi lado ayuda para cruzar.
Me veo pensativo, solitario y silencioso ... disimulando la angustia que me producía el quedarme mudo y estancado ... saboreando expectante la proximidad del empedrado gris que ya no existe, la inconfundible vereda de mis primeros pasos, la delgada puerta de chapa color blanca que se iba cerrando lenta y definitivamente, y detrás de la cuál, según me cuentan, todos, todos (aún el que ya no estaba) me aguardaban.
La tarde disolvía su último resplandor, ensayando sus colores más tenues ... en mi cuadra se anunciaba la presencia de un crepúsculo casi melancólico, que caería vencido sobre la vereda sin nombre.
Y finalmente ... no pude ir al encuentro de los que estaban enfrente ... en la vereda sin nombre me quedé temeroso y angustiado ... con la palpitante impotencia del que cree que no puede hacerse valer ... con la enorme humillación del que por incapacidad prefiere quedarse solo y callado ... y de verdad ... juro que de verdad ... aquella vez hubiese dado cualquier cosa con tal de que nadie ... nadie más en el mundo supiese que había algo en mí que me humillaba.
De repente alguien se acercaba a mi lado y sin detenerse ni preguntarme nada seguía su rumbo mansamente ... y luego se acercaba otro y después otro ... entonces yo colmado de vergüenza los miraba sin mirarlos ... y con el corazón retumbando ensayaba mover los labios despacito como si lo hiciese por primera vez ... pero al final no decía nada.
Sentía que la boca se me hacia cruel ...
Sentí la marca indeleble de un temor innombrable ...”.