sábado, 2 de octubre de 2010

Ladran Sancho ... señal que cabalgamos

Compañer@s:

Un amigo a quién quiero mucho me escribió este mensaje que sigue:

"La tartamudez es mucho más que la repetición de silabas.... tú estas en el camino de la desensibilización y aceptación. ¿Qué es lo que todavia te cuesta más de desprenderte, que perro de la tartamudez te muerde todavia los cojones? ... claro en el caso de que haya perro y que todavia te muerda algo".

Me gustó porque me motivó a escribir lo siguiente ... que quisiera ahora compartir con todos ustedes:

Siempre hay perros acechando ... mordiendo ... siempre ... Ocurre que la tartamudez aún no se cura ... entonces más allá de la aceptación o eso que tu denominas desensibilización ... siempre hay algo que te jode ... aunque sea pequeñito ... Claro que ahora esos dolores están bastante limitados ... tienen nombres propios ... no me aterran ni paralizan ... ni siquiera me arruinan el alma.

Yo no creo que exista siquiera un tartamudo que se haya curado ... ni siquiera librado de varios de esos perros que tu dices ... Muchos por supuesto han limitado inteligentemente sus mordeduras ... Y ya no morirán de rabia ni de sarna ... ni siquiera aunque los sorprenda desprevenidos ... Muchos compañeros incluso ... ocasional o raramente serán tildados de tartamudos por el resto de la sociedad ... Pero en el fondo ... muy en el fondo ... ellos saben que lo son ... Porque a veces temen y sufren como el resto de los tartamudos ... aunque lo nieguen o lo minimicen.

Qué un tartamudo obtenga un 99% de fluidez no le quita su condición de tartamudo ... La tartamudez no tiene demasiado que ver con la ausencia de fluidez ... aunque te parezca paradójico ... o te parezca un cuento chino difícil de digerir.

Porque la tartamudez es más que nada todo lo que haces y finges cuando te esfuerzas por ser fluido ... Y aún ... aunque por largas temporadas lo logres ... no por ello acabarás con ella.

Todos los tartamudos que buscan fluidez y nada más que fluidez ... sin advertirlo potencian el estigma social ... e indirectamente laceran y debilitan a todo el colectivo tartamudo.

A mí - a veces - me muerde uno de esos perros cuando tengo que soportar a algún Director que duda en enviarme a exponer frente a 300 personas ... Yo automáticamente pretendo atribuir esa duda a mi tartamudez ... Pero debo estar muy equivocado ... sin duda ... Porque inmeditamente observo como reaparece un niño que aún habita en mí ... y que - sin advertirlo - pretende utilizar su tartamudez para escudarse de otras cuestiones que no controla ... Y para las cuáles no está lo debidamente desensibilizado.

Si mañana me dijeran ... usted no expone más en este Instituto porque no nos gusta su cara ... o su aliento ... o porque nos parece muy poco inteligente en sus exposiciones ... Seguramente me voy a sentir muy mal ... E incluso con enormes deseos de afirmar (y sobre todo de creer) que en verdad me discriminan por ser tartamudo ... ¿Por qué? ... Porque ese punto ahora yo puedo manejarlo más o menos bien y hasta mitigarme un poco el dolor ... Lo otro no ... es una respuesta que no espero ... para la cuál no estoy preparado ... Porque mal o bien ... me siento seguro de mis condiciones verbales a la hora de hablarle a un público numeroso ... y confío en mi inteligencia ...

Pero ... qué todo eso se me caiga abajo sin preaviso ... en mi fantasía resulta más nocivo (fijate como se me dan vueltas las cosas y por momentos habito el mundo del revés) que venirle mansamente a llorar a todos ustedes diciéndoles que un hijo de puta me trató muy mal porque - ¡ay pobrecito de mí! - soy un pobre muchacho tartamudo ... En esos casos "el dolor real e incontrolable" queda sepultado bajo la fantasia tartamuderil de la poca fluidez.

Entonces ahí ya hay otro perro que me muerde ... me acosa ... y tengo que repensarme y aceptar - que al parecer - a veces siento deseos de lastimarme a mí mismo antes que me ajusticien los demás ... Prefiero victimizarme allí donde estoy acostumbrado a los golpes ... y no en los lugares donde nunca esperaría ser molido a patadas en el culo ...

Y eso también es tartamudez ... Y fíjate que poco tiene que ver con el hablar fluido o ametrallar sin piedad todas las letras del alfabeto.

Cuando advierto que muchas veces concibo a las palabras como objetos muy duros que debo inmediatamente expulsar de mi cuerpo ... también aparece otro perro que muerde ... ¡Y ese perro también es tartamudez! ... Y aunque algunos compañeros hayan aprendido ciertas técnicas de respiración y habla pausada ... y no se le noten los bloqueos ... de vez en cuando quizás ese perro también los sorprenda y los muerda ... Y tal vez para no ametrallar se quedarán en silencio ... y quizás hasta querrán olvidar ese mal momento o directamente llamar a la "perrera".

En definitiva los tartamudos tenemos más o menos dolores similares respecto de nuestra condición ... Es falso que cada tartamudez sea única y no pueda ser comparable con la de otros ... De ser así nunca será posible el cabal conocimiento de la misma ... Dado que pensar es generalizar.

Los sufrimientos y las inhibiciones (más allá de los bloqueos y los espasmos) suelen tener puntos en común entre todos nosotros ...

El asunto es que en algunos compañeros hay ciertos y saludables límites ... Y en otros lamentablemente se transforma en un sufrimiento ilimitado ... un pozo sin fin ... Y muchas veces también en la excusa perfecta para justificar y asimilar todas las desdichas de la vida ... Sean de la índole que sean.

En este punto no importa si te atascas más o te atascas menos ... Si te atascas mucho o no te atascas casi nada ... Porque los "atascos" querido compañero ... no importan tanto como generalmente se suele creer ... Ni siquiera muerden tan fuerte como fantaseamos ... Solo ladran ... fastidian - claro está - una y otra vez.

Un abrazo,

Ruben

No hay comentarios:

Publicar un comentario