martes, 13 de marzo de 2012

Congreso Mundial de la Tartamudez. Buenos Aires 2011

El video con el que quisiera convidarlos a continuación fue realizado durante el Congreso Mundial de la Tartamudez que se celebró en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Concretamente mi exposición estuvo relacionada con el trabajo que realizó el Dr. Pedro Rodriguez en un Taller sobre "El miedo, la verguenza y la culpa".

Las muestras de cariño que recibí luego de hablar ante un auditorio que estaba compuesto en su mayoría por tartamudos ... me animó a publicar esta exposición en mi blog personal.



sábado, 12 de marzo de 2011

La tartamudez en 3 actos

Escena 1

- ¡Guay! Luana es tartamuda - gritó Nina lanzando una risotada ... Nina es mi sobrina de 9 años ... Yo me reí ... la abracé fuerte ... la llevé aparte y le aclaré que aún no sabíamos si su prima era o no tartamuda ... Vos tratala como si no pasase nada mi amor ... le pedí ... Porque ¿sabés Ninu? el tío Ruben sí es tartamudo ... y la verdad es que no le gustaría que alguién se riese en su cara por ello.
Nina me miró confundida ... Pero Tío ¿Vos ... vos sos tartamudo? ... Pues claro mi amor ... lo soy desde que era más chiquito que vos incluso ... Ocurre que vos no lo notas hermosa ... no te das cuenta.
Nina se quedó seria y pensativa ... Le tiene un poco de celos a su prima Luana.

A veces quizás se confunda los problemas de fluidez con la tartamudez ... porque lo primero - en principio - es todo lo que se oye ... todo lo que se ve superficialmente y a simple vista ... Los problemas de fluidez ... son los que inmediatamente les suenan distinto y gracioso a los demás ... Curiosamente causan desde pena hasta gracia.

Los problemas en la fluidez de algunos niños durante la comunicación ... es TODO lo que aterra y preocupa a sus seres queridos ... Quizás por ello con el correr de los años ... es TODO lo que el compañero tartamudo trata de evitar ... Porque amenaza con abrir de par en par las compuertas de la verguenza ... la culpa y el miedo.

Si observamos con atención ... advertiremos que un niñito con disfluencias ni se entera de todo este mecanismo ... A lo sumo se enoja porque no le sale alguna palabra y luego lo olvida ... En cambio el tartamudo adulto suele creer (y dá cada día más crédito a esta creencia) que las palabras rotas son las que conducen sin escalas - e inevitablemente - a la verguenza ... la culpa y el miedo.

Tengo una buena noticia: ese razonamiento podría ser falso ... A veces pienso que solo contribuye a reforzar la idea de "hacer cualquier cosa" con tal de evitar romper las palabras.

La mayoría de los componentes tortuosos de la tartamudez no se oyen ... ni se ven a simple vista ... El horror a las burlas ... o al rechazo liso y llano del interlocutor ... obviamente producen temor ... Pero es este mismo temor el que mantiene y refuerza el territorio más superficial de la tartamudez cuál si fuese el más importante: las palabras rotas.

Sostener que la tartamudez es solo romper palabras ... sería algo así como decir que un verso de Rubén Darío es una melódica combinación de papel y tinta.

Escena 2

Los papis de Luana decidimos que pase la tarde con su abuela ... Luana está feliz de ir a su casa ... Sus papis aprovechan la tarde para revolcarse en la cama de un hotel.
Cuando comienza a anochecer volvemos a casa de la abuela a cenar todos juntos.
Llegamos:

- ¿Cómo ha estado Luana abuela?-

- Fantástica - y luego la abuela baja el volumen de su voz y nos confiesa - verán que no tartamudeo ni un poquito -.

La familia muchas veces suele ser el primer verdugo del que rompe palabras ... Y a veces sospecho que suele ser uno de los más temibles y carniceros.

Romper palabras no es doloroso en sí mismo ... ni necesita demasiada corrección ... Pero los comentarios solapados al respecto ... las caras raras ... y los malos consejos familiares para hablar sin tanta dificultad ... suelen crear tsunamis en el alma ... que hacen desbordar la culpa ... para que luego la sociedad nos ponga un cartel bien grande en la frente que dice: TARTAMUDO (es decir débil ... nervioso ... que habla mal ... que produce desde risa hasta pena).

Escena 3

Con la mezquina y egoista idea de que Luana pueda continuar quedándose a jugar con su abuela en cualquier momento decido hablar con la abuela y aclararle algunas cosas:

- Si una persona tartamudea o no ... no tiene demasiada importancia abuela - le digo buscándole los ojos - Cuando yo te pregunto como ha estado Luana te pregunto si se ha portado bien ... si comió ... si jugó ... en definitiva si la han pasado bien y se han divertido -.

- Ah sí ... con eso la nena nunca tuvo problemas Ruben -.

- Es que eso abuela ... es TODO lo que importa ... ¿O acaso cuando tu estás conmigo andas continuamente observando si yo tartamudeo o no?

- Bueno sinceramente ... yo cuando te escucho tartamudear pienso: este chico hoy no anda bien -.

Le expliqué que la cosa no funcionaba así ... Y me fui a casa pensando que:

Hay que difundir e informar ... no hay dudas ... Hay que prevenir.

Hay que recomendar "El discurso del Rey".

Pero también ...

HAY QUE ESCUCHAR MENOS Y TARTAMUDEAR MÁS ...

Incluso hay que escuchar menos el discurso del Rey ...

Las palabras rotas valen ... ¡Valen! ... tanto como las demás!!!

domingo, 31 de octubre de 2010

Video

Realicé este video para regalarle a un compañero de México llamado Daniel ... Esas eran mis intenciones iniciales ... Ahora resulta que lo he visto publicado en otros lugares ... Por lo tanto he decidido también publicarlo en este espacio.


miércoles, 13 de octubre de 2010

Reflexión

Compañer@s:

A veces pienso que lo que realmente pesa a la hora de comunicarnos ... no es tanto lo que oye nuestro interlocutor ... sino el maremoto de sentimientos negativos y verguenzas inconfesables que nos abrumaron la existencia durante años ... Ese daño interior y ese sufrimiento psíquico puede reducirse considerablemente ... incluso sin necesidad de mejorar la fluidez o ir a un logopeda.

Por muchos años creí que simplemente eran originados (de manera unicausal) por los bloqueos y las repeticiones ... Discutí por mucho tiempo con un compañero español que tomaba Pagoclone y que me decía que apenas le hacía efecto la medicación y lograba mayor fluidez ... todos los dolores psíquicos se diluían como azucarillo y no existían más ... Sinceramente hoy día creo que este asunto no es tan simple ... ni funciona de manera "unicausal" ... Sin la dimensión social ... la tartamudez no existe ... Sospecho que si planteáramos la utopia de una sociedad en la cuál no se reprenda ni pretenda modificarse (ni por la familia, los amigos, las instituciones o la medicina) nuestra manera de comunicarnos ... Los tartamudos quizás no tendríamos ni la cuarta parte de las verguenzas ni los dolores psíquicos que nos produce el hecho de atascarnos ... Pero obviamente este es un razonamiento contrafáctico ... y va más por el lado de la intuición personal que del cabal conocimiento de la materia.

La comunicación (por definición) es social ... Y es realmente difícil definir a la tartamudez ... si no hay al menos un interlocutor con quién relacionarse.

El común de la gente (obviamente) no le da la enorme importancia que le atribuimos nosotros al hecho de atascarnos ... Pero ocurre que la tartamudez es mucho más que lo que oímos u oye nuestro interlocutor ... Todos nosotros tenemos en común una historia (en general muy triste) de cómo nos han (y cómo nos hemos) tratado a la hora de los atascos ... Y esta historia no se ve a simple vista o a simple oído ... Entonces compañera/o parece ser que todo lo que haces para no atascarte ... todos los trucos y las muletillas ... todas las evitaciones ... y todo ese rubor que va in crescendo a la hora de hablar ... ¡eso también es tartamudez! ... y es tartamudez aunque en esa ocasión hablés totalmente fluido de punta a punta ... Y ese "movimiento emocional" ni siquiera lo sospechan quiénes nos oyen ... A veces ni siquiera lo advertimos nosotros mismos de tan internalizado que lo tenemos ... En este punto el ejemplo es claro y diario:

Tartamudo A: - ¿Cómo te ha ido en la entrevista de hoy?

Tartamudo B: - (Visiblemente emocionado) Pues muy bien ... muy bien ... me siento tan feliz.

Tartamudo A: - ¿Te has atascado?

Tartamudo B: - Puedes creer que no ... Ni se notó ... No lo puedo creer ... estoy tan feliz de haber hablado bien.

Tartamudo A: - Te felicito ... sigue esforzándote por hablar bien.

Al parecer el tartamudo B no se atascó ... Pe-pero tartamudear ... tartamudeó sin duda ... Ocurre que sus interlocutores no lo notaron ni se enteraron ... Y al parecer (y esto es lo realmente jodido) él tampoco se enteró ni lo notó.

(Quién tenga dudas sobre si mi personaje tartamudeó o no ... observe como en este diálogo la fluidez se ubica por encima de todo lo demás ... Conducta típica de cualquier tartamudo).

¡Zeus nos libre de confundir la ausencia de atascos ... con la ausencia de tartamudez!


Un abrazo a todos!!!!


Ruben

sábado, 2 de octubre de 2010

Ladran Sancho ... señal que cabalgamos

Compañer@s:

Un amigo a quién quiero mucho me escribió este mensaje que sigue:

"La tartamudez es mucho más que la repetición de silabas.... tú estas en el camino de la desensibilización y aceptación. ¿Qué es lo que todavia te cuesta más de desprenderte, que perro de la tartamudez te muerde todavia los cojones? ... claro en el caso de que haya perro y que todavia te muerda algo".

Me gustó porque me motivó a escribir lo siguiente ... que quisiera ahora compartir con todos ustedes:

Siempre hay perros acechando ... mordiendo ... siempre ... Ocurre que la tartamudez aún no se cura ... entonces más allá de la aceptación o eso que tu denominas desensibilización ... siempre hay algo que te jode ... aunque sea pequeñito ... Claro que ahora esos dolores están bastante limitados ... tienen nombres propios ... no me aterran ni paralizan ... ni siquiera me arruinan el alma.

Yo no creo que exista siquiera un tartamudo que se haya curado ... ni siquiera librado de varios de esos perros que tu dices ... Muchos por supuesto han limitado inteligentemente sus mordeduras ... Y ya no morirán de rabia ni de sarna ... ni siquiera aunque los sorprenda desprevenidos ... Muchos compañeros incluso ... ocasional o raramente serán tildados de tartamudos por el resto de la sociedad ... Pero en el fondo ... muy en el fondo ... ellos saben que lo son ... Porque a veces temen y sufren como el resto de los tartamudos ... aunque lo nieguen o lo minimicen.

Qué un tartamudo obtenga un 99% de fluidez no le quita su condición de tartamudo ... La tartamudez no tiene demasiado que ver con la ausencia de fluidez ... aunque te parezca paradójico ... o te parezca un cuento chino difícil de digerir.

Porque la tartamudez es más que nada todo lo que haces y finges cuando te esfuerzas por ser fluido ... Y aún ... aunque por largas temporadas lo logres ... no por ello acabarás con ella.

Todos los tartamudos que buscan fluidez y nada más que fluidez ... sin advertirlo potencian el estigma social ... e indirectamente laceran y debilitan a todo el colectivo tartamudo.

A mí - a veces - me muerde uno de esos perros cuando tengo que soportar a algún Director que duda en enviarme a exponer frente a 300 personas ... Yo automáticamente pretendo atribuir esa duda a mi tartamudez ... Pero debo estar muy equivocado ... sin duda ... Porque inmeditamente observo como reaparece un niño que aún habita en mí ... y que - sin advertirlo - pretende utilizar su tartamudez para escudarse de otras cuestiones que no controla ... Y para las cuáles no está lo debidamente desensibilizado.

Si mañana me dijeran ... usted no expone más en este Instituto porque no nos gusta su cara ... o su aliento ... o porque nos parece muy poco inteligente en sus exposiciones ... Seguramente me voy a sentir muy mal ... E incluso con enormes deseos de afirmar (y sobre todo de creer) que en verdad me discriminan por ser tartamudo ... ¿Por qué? ... Porque ese punto ahora yo puedo manejarlo más o menos bien y hasta mitigarme un poco el dolor ... Lo otro no ... es una respuesta que no espero ... para la cuál no estoy preparado ... Porque mal o bien ... me siento seguro de mis condiciones verbales a la hora de hablarle a un público numeroso ... y confío en mi inteligencia ...

Pero ... qué todo eso se me caiga abajo sin preaviso ... en mi fantasía resulta más nocivo (fijate como se me dan vueltas las cosas y por momentos habito el mundo del revés) que venirle mansamente a llorar a todos ustedes diciéndoles que un hijo de puta me trató muy mal porque - ¡ay pobrecito de mí! - soy un pobre muchacho tartamudo ... En esos casos "el dolor real e incontrolable" queda sepultado bajo la fantasia tartamuderil de la poca fluidez.

Entonces ahí ya hay otro perro que me muerde ... me acosa ... y tengo que repensarme y aceptar - que al parecer - a veces siento deseos de lastimarme a mí mismo antes que me ajusticien los demás ... Prefiero victimizarme allí donde estoy acostumbrado a los golpes ... y no en los lugares donde nunca esperaría ser molido a patadas en el culo ...

Y eso también es tartamudez ... Y fíjate que poco tiene que ver con el hablar fluido o ametrallar sin piedad todas las letras del alfabeto.

Cuando advierto que muchas veces concibo a las palabras como objetos muy duros que debo inmediatamente expulsar de mi cuerpo ... también aparece otro perro que muerde ... ¡Y ese perro también es tartamudez! ... Y aunque algunos compañeros hayan aprendido ciertas técnicas de respiración y habla pausada ... y no se le noten los bloqueos ... de vez en cuando quizás ese perro también los sorprenda y los muerda ... Y tal vez para no ametrallar se quedarán en silencio ... y quizás hasta querrán olvidar ese mal momento o directamente llamar a la "perrera".

En definitiva los tartamudos tenemos más o menos dolores similares respecto de nuestra condición ... Es falso que cada tartamudez sea única y no pueda ser comparable con la de otros ... De ser así nunca será posible el cabal conocimiento de la misma ... Dado que pensar es generalizar.

Los sufrimientos y las inhibiciones (más allá de los bloqueos y los espasmos) suelen tener puntos en común entre todos nosotros ...

El asunto es que en algunos compañeros hay ciertos y saludables límites ... Y en otros lamentablemente se transforma en un sufrimiento ilimitado ... un pozo sin fin ... Y muchas veces también en la excusa perfecta para justificar y asimilar todas las desdichas de la vida ... Sean de la índole que sean.

En este punto no importa si te atascas más o te atascas menos ... Si te atascas mucho o no te atascas casi nada ... Porque los "atascos" querido compañero ... no importan tanto como generalmente se suele creer ... Ni siquiera muerden tan fuerte como fantaseamos ... Solo ladran ... fastidian - claro está - una y otra vez.

Un abrazo,

Ruben

lunes, 27 de septiembre de 2010

Pedro Rodriguez

Compañer@s:

Alto ... altísimo ... de rostro bondadoso y mirada cálida ... Es un hombre simple ... ameno ... que habla con pasión y humildad.

Me lleno el alma ... me dió alegría ... Fuerzas para seguir adelante en este camino de la aceptación.

Ahora guardo imágenes que con el tiempo serán como pedacitos de sueños gastados que cobijarán instantaneas de mi vida ... Pedro explicándome la importancia de reconocerse tartamudo sin vueltas y sin renuncios ... Ni disfemia ni persona que tartamudea ... Pedro es un TARTAMUDO con todas las letras.

La charla fue creciendo ... hablando de mi ciudad ... mezclando aconteceres de Caracas y Buenos Aires ... con algunas reflexiones sobre tartamudez ... Era la primera vez que lo veía y parecía que lo conocía desde siempre ... La tartamudez sucede - dijo Pedro - y la frase me gustó porque si sucede - sin nuestro consentimiento - no tiene razón tratar de evitarla o esconderla.

Las imágenes del encuentro van y vuelven ... y me siento reconfortado y feliz ... En el camino hacia mi casa ... aún navego nuestras palabras rotas ... Y entonces imagino a su hijo orgulloso porque Pedro hablaba en público ... La emoción del niño ... aclarando a sus amigos que su padre había sido convocado porque era TARTAMUDO ... ¡Otra vez Pedro tartamudo con todas las letras! ... y el orgullo de su hijo ... Nuestra risa y la de su mujer acarician la tarde ... Alegría ... Conversar con Pedro es navegar hacia la dignidad de nuestra condición.

Escribo esto en caliente y de un tirón para que no se me piante la emoción ... Siento que conocí un compañero más ... Qué tiene la virtud de escucharte paciente y con una amplia sonrisa ... y entonces te dan ganas de sonreir y abrazarlo.

Pedro y un abrazo fuerte que yo le debía hace mucho ... La sorpresa de recibir su libro ... su dedicatoria en las primeras páginas que aún leo y no creo que sea verdad ... Y entonces me refriego los ojos y me río ... y estoy feliz y digo laputamadre ... ¿Cómo carajo iba a imaginar yo que tanta emoción y alegría podría traerme mi tartamudez?

Maestro ... simplemente ... gracias


domingo, 12 de septiembre de 2010

Tartamudeo poco ... mucho ... nada

Compañer@s:

Tartamudeo poco … mucho … nada … Indudablemente cada uno de nosotros ve a su propia tartamudez según su perspectiva … Y al parecer la regla general es que se suele maximizar adentro de uno mismo … y se suele minimizar hacia el afuera … Hacia adentro es el peor de los males … y ni dudamos en castigarnos y menospreciarnos … Y hacia afuera no tenemos empacho en asegurar a los demás que – en general - tartamudeamos mucho menos … Menos de lo que lo estamos haciendo ahora que justo tenemos una mala época.

Sin dudas el nivel de tartamudez de cada uno se puede medir … Nivel de tartamudez es una variable como cualquier otra … Hay compañeros que tartamudean más y otros menos … Es evidente … y quizás hasta comprobable empíricamente.

Lo que no parece tan evidente es medir los grados de sufrimiento y culpa internos que sufrimos cada vez que debemos exponernos ... Allí es quizás inocente creer o afirmar que quién ametralla menos palabras sufre y se castiga menos …

Conozco compañeros con una tartamudez severa que se exponen sin tantos prejuicios ni problemas … Y otros compañeros con una tartamudez leve que sufren y se ocultan muchísimo … Incluso piensan que jamás aceptarían exponerse a hablar en público.

Todo el sufrimiento y la culpa ante cada metralla … los músculos tensos y el ano rígido como si quisiéramos evitar desgraciarnos fuera del inodoro … ¡eso! … también es tartamudez … Y poco importa si lo que se oye son dos palabras rotas … cinco … veinte o cien.

Todo ese esfuerzo físico y mental por evitar romper palabras … ¡eso! … también es tartamudez … Y poco importa si rompimos una … ninguna … cinco … o sesenta y nueve.

Aquella persona que te dice que “casi no se nota que eres tartamudo” … ¡¡¡Te está dando una pésima noticia compañero!!! … Porque si no se nota … debe ser que la escondes en demasía … y eso sí es malo … Aunque parezca mentira … es más dañino y peor que ametrallar sin pena ni gloria todas las palabras.

Ocurre que en general solemos pensar al revés ... porque por muchos años hemos tragado demasiada mierda … Esforzándonos – rígida y tímidamente - por mostrarnos cómo no somos.

Hay una larga historia de cómo se puede ser desdichado y burlado por ser tartamudo … Esa historia ya la conozco y por el momento no me interesa reeditarla.

Pero habría que empezar a construir una nueva historia … en la cuál la metralleta no sea la excusa de nuestras desdichas …
Compañera/o … deje a su metralleta tranquila y relájese … no se castigue ... no anticipe catástrofes … ni grandes tragedias para las letras del alfabeto.

Dicen los señores de baja potencia cerebral … que si se sigue una buena respiración … y se disimula la rotura de palabras … mayor será nuestra felicidad interior … E incluso haremos más amigos y tendremos mayor vida social … ¡Pura mierda! … Esa hipótesis es tan falsa como inocente … Pero es más que nada … ¡prejuiciosa! … No puede considerar las diferencias humanas … No las tolera … No las asimila ... Y nos quiere a todos hablando pausado … o resignándonos a una dolorosa metralla de por vida por falta de voluntad personal …

¡Cómo si la tartamudez fuera solo una metralla!

La semana pasada mi mujer debió exponerse a un reportaje en un canal de tv … La noche previa la noté muy tensa y asustada … Yo (que además de tartamudo soy un boludo importante) le dije: - ¿Sabes? … si tuviese que ir yo … mi único y exclusivo temor sería el de tartamudear … ¿De qué tenés miedo vos que no tartamudeas? - … Y ella me dijo: - A quedarme muda ... bloqueada frente a la cámara y no poder hablar … A eso le temo Rubén-.
Me sentí un triste idiota que no puede vislumbrar nada más allá del temor a las palabras rotas.

Alguien concluirá entonces que los tartamudos tenemos un temor extra a la hora de comunicarnos … ¡La metralla! … Pues no lo creo … ¡No lo creo! … En todo caso sospecho que tenemos la fantasia de que la metralla es el ÚNICO e inequivoco temor que existe al momento comunicarse ... He ahí la trampa que sin advertirlo nos tendemos desde siempre ... y en la que una y otra vez caemos y nos lastimamos.

No quiero pecar de soberbio … Pero parece que … romper palabras no tiene la importancia que se le pretende dar a la hora de comunicarse … Incluso aunque se trate de una conferencia pública.

Tartamudear más … menos … no tiene la enorme importancia que en general se le quiere otorgar … Mucho menos la que le otorgamos nosotros … los tartamudos.